Copa formada por tres piezas de diferentes ágatas decoradas con oro esmaltado y coronada por una cabeza de águila. El recipiente en sí está considerado como una obra antigua, quizás griega de época helenística, mientras que el resto de las partes fueron elaboradas en el siglo XVII. Según fotografías antiguas, originariamente existía un asa en forma de dragón alado en el lateral opuesto al águila, siendo robado del Museo del Prado en 1918.
Esta obra forma parte de la herencia recibida por el rey Felipe V (1683-1746) a la muerte de su padre, el Gran Delfín, en 1712.