Vaso de cuerpo campaniforme, cuya mitad inferior, lo mismo que la tapa, es de ágata oriental. El pie, la mitad superior del cuerpo y el remate, de plata dorada picada y con decoración de oro esmaltado en blanco, azul y rosa. Es pieza puramente decorativa, que no se abre. Decoran el cuerpo del vasto los siguientes camafeos: 1. Busto del cardenal Richelieu. Tiene bigote y, al parecer, mosca. De carneola oriental. 2. Busto de mujer con los pechos descubiertos; ónice de ágata y cornalina. 3. Busto, al parecer, de Minerva, tal vez retrato. De calcedonia y cornalina blanca parduzca. 4. Busto de mujer, de calcedonia y cornalina blanca. 5. Guerrero romano, de pasta. 6. Cabeza de romano. De pasta. Probablemente reemplazo a otro mas pequeño, pues es mayor que el engaste. 7. Busto de Emperador romano. 8. Busto de guerrero romano. De ágata y cornalina blanca. Casi todos estos camafeos son de fines del siglo XVI.El camafeo número 7 procede de uno de los vasos robados y se ha colocado en 1944. El primitivo, que puede verse todavía en la fotografía de Laurent (h. 1890), era el busto de un personaje vestido a la antigua con cerquillo como de franciscano. Era camafeo pegado y la figura constaba de dos piezas: el rostro de cornalina blanca y el ropaje de ágata morada, lo mismo que el fondo; es decir, el sistema puesto de moda por Octavio Miseroni.Al ser devuelto el vaso al Prado en 1815 había desaparecido una figura con ropaje de oro y un perrito en la mano que se cita en el inventario de 1776 como camafeo, y que probablemente coronaba el remate. Esta obra forma parte de la herencia recibida por el rey Felipe V (1683-1746) a la muerte de su padre, el Gran Delfín, en 1712.