Pintura de formato vertical que muestra sobre un fondo neutro una figura masculina de edad madura y representada de tres cuartos, mirando hacia su izquierda. El rostro es alargado y barbado, con escaso y corto cabello de color blanco. Viste toga o ropa de jurista de color negro con cuello blanco.
El Greco realizó dos retratos de don Antonio de Covarrubias, uno de los cuales se conserva en el Museo del Louvre, y el otro, es el que se encuentra en este Museo.
Este último forma pareja con el retrato de don Diego de Covarrubias, hermano de don Antonio, al que El Greco retrataría igualmente (CE00016). Probablemente el retrato de don Antonio fuese realizado poco antes de su fallecimiento, hacia 1600, pues la técnica suelta y abocetada, que podemos apreciar en la obra, es característica de su última época. Está pintado con la técnica que tanto llamará la atención de Pacheco, con grandes pinceladas retocadas unas y otra vez, dejando, a cambio, áreas más desnudas de color (MARTÍNEZ BURGOS, 2005, pag. 380).
El marco que guarnece la obra (modelo de casseta, con motivos vegetales y roleos de influencia italiana) era de los utilizados por El Greco para proteger sus obras.