En un escenario, un grupo de cantaoras y bailaoras. Una de las mujeres, sentada a la izquierda, prende una flor del cabello de la que está de pie en el centro de la escena. A la derecha, otra mujer a las palmas. Detrás de todas ellas, un guitarrista sentado.

Este dibujo ocupó la portada de Madrid Cómico el 1 de junio de 1901, junto a un poema satírico de Quintiliano Bueno Marín (1879-1922) titulado ¡Que siga la fiesta! En esta composición el bohemio escritor riojano buscaba consuelo a sus penas de amor entregándose a la alegría del flamenco y del alcohol. El dibujo recrea con admirable soltura tanto el ambiente como las posturas y gestos característicos de los protagonistas de un tablao popular. En estos asuntos de tablas, ya fueran teatrales o musicales, así como en el retrato del Madrid costumbrista, bullicioso y castizo, encontró Medina Vera un filón que se adaptaba perfectamente a su estilo naturalista y elegante no exento, sin embargo, de discretos guiños expresionistas (C.S.D.)