Escena de La Visitación, con Santa Isabel arrodillada para prestar su homenaje a María, como es habitual en el arte italiano desde Ghirlandaio. Zacarías y San José tras ellas. Las actitudes dinámicas y la variedad de los gestos denotan su inspiración en los modelos rafaelescos. En el paisaje, deudor del arte flamenco, se representa el Bautismo de Cristo, añadiéndose así a la confirmación de la Inmaculada Concepción de la Virgen el perdón del Pecado Original por medio del sacramento del bautismo.
Pareja de El martirio de Santa Inés (P843), los dos tondos se hacen para la capilla de Santo Tomás de Villanueva del Convento de San Julián de Valencia y se destinan a coronar las calles laterales del retablo, que debió mandar hacer el Venerable Juan Bautista Agnesio (1480-1553), devoto de Santa Inés, enterrado en ella.
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