La Virgen, sentada en un trono y coronada por ángeles mira con dulzura al Niño entre sus rodillas. Reni representa a María como Reina del Cielo. La composición destaca por el brillante colorido del manto y la túnica de la Virgen y por su marcada verticalidad.
Estuvo en la Sacristía de El Escorial, donde la envió Felipe IV. Llevada por José Bonaparte a Francia, fue restituida a España en 1815.