Doña Juana Galarza de Goicoechea, de origen navarro, había casado en Madrid, en 1775, con el comerciante, también navarro, don Martín Miguel de Goicoechea. El negocio estaba dedicado a la venta de telas, encajes y bisutería. La retratada y su esposo fueron consuegros de Goya, al casarse su hija Gumersinda en 1805 con Francisco Javier Goya, hijo del pintor.

El retrato debió pintarse en dicho año y forma parte de una serie de retratos familiares, dispersos, de los que se conocen siete, seis de la familia Goicoechea y el de Javier Goya, faltando posiblemente los de don Martín Miguel de Goicoechea, así como los de Goya y su mujer, Josefa Bayeu. El Museo del Prado conserva también el Retrato de Manuela Goicoechea y Galarza, la hija mayor, perteneciente a este conjunto (P07461).

PROCEDENCIA: Alejandro Pidal y Mon, Madrid, 1900. Por herencia a Amparo Pidal y Bernaldo de Quirós, Madrid, 1913-75. Por herencia a hermanos Liniers y Pidal, Madrid, 1975-78. Adquirido a sus propietarios por el Museo del Prado en 1978.