La estatua representa una mujer con vestimenta griega. Sobre un chitón, abotonado en los hombros y en los brazos, lleva un largo manto con un doblado que acaba más abajo de las caderas; flecos adornan el dobladillo vertical. Según se constata en esculturas comparables, el manto no caía sobre los pies, sino que dejaba ver la prenda interior. El manto, llamado en griego diplax por estar doblado, está sostenido únicamente por una fíbula de botón sobre el hombro derecho.
La figura representa a la diosa egipcia Isis, que en las Metamorfosis de Apuleyo (11, 3, 7) se aparece en sueños al protagonista, vestida de forma muy similar. Sobre ambos hombros de la estatuilla se identifican las terminaciones, hoy desgastadas, de varios rizos de tirabuzón, que también suelen llamarse rizos de Isis debido a que son un rasgo característico de la diosa.La estatua del Prado es una obra de gran calidad, trabajada con igual esmero en todos sus lados. No se trata de una obra trabajada en el siglo II d.C., como se había supuesto hasta la fecha, sobre la base de malas reproducciones. El trabajo, de buena calidad, aunque también algo parco, sugiere una datación de época de Augusto. A estas alturas es difícil dilucidar si este tipo de Isis fue creado a partir de dicha época o ya desde finales del siglo II a.C., como podrían sugerir las proporciones.
Anteriormente tal vez en Roma. Desde 1653 en Madrid, Alcázar o Palacio Real.