Escena milagrosa de la vida de San Ildefonso, que describe el momento en el que la Virgen desciende de los Cielos para entregarle una casulla como premio a sus alabanzas. La elección del tema responde a la política contrarreformista llevada a cabo en España, donde la devoción mariana fue uno de sus pilares fundamentales.
La composición, dividida en el mundo divino en la parte superior y en el terrenal en la inferior, queda unida por medio de la casulla y de los gestos y miradas de los personajes. En cuanto a la técnica pictórica, resulta especialmente excepcional el detallismo en la representación de calidades en las telas y la introducción de diferentes personajes en el conjunto, como la vieja con la vela, relacionada con la leyenda sagrada, y los ángeles.
Probablemente formó pareja con la Aparición de la Virgen a San Bernardo (P978).
Esta obra se cita en el inventario de 1746 de la colección de Isabel de Farnesio en el Palacio de la Granja y en 1794 en el Palacio Real, ambos en Madrid.
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