Plato circular con orilla levantada y plana que se decora con escenas no repetidas de cazadores a pie y a caballo con perros que persiguen ciervos, entre árboles y casitas al fondo; sendas finas láureas sirven para enmarcar la cenefa. El asiento convexo lleva una especie de flor estrellada con doce puntas y se rodea de una laúrea. El campo de la pieza tiene cuatro medallas laureadas en las que se representa: emperador romano trasportado en silla por cuatro hombre, tres de ellos con corona real; rey en carro con un felino del que tiran cuatro hombres con apariencia de viejos; figura femenina con ramo de olivo en carro tirado por felinos; y guerrero romano en biga. En los espacios intermedios se repite el mismo esquema figurativo y ornamental formado por un hombre bajo arco rematado por un águila, flanqueado por guerreros con figuras desnudas por encima, y sobre un mascarón entre reyes.
La marca ha sido confundida alguna vez con una marca de localidad de Córdoba. Es muy evidente que no se trata de marca cordobesa sino de una invención al arbitrio del platero. La ordenación del campo con cuatro medallas figurativas y rellenando el resto con figuras, pero con sentido decorativo, se empleó en algún ejemplar antiguo; un dibujo de la segunda mitad del siglo XVI del entorno de Etienne Delaune es lo más cercano que conocemos para la posible fuente de inspiración de la pieza.
CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). CRUZ VALDOVINOS, José Manuel. Platería en la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid: 2000. Pág. 346-348, nº 160.