Decoración vegetal
Motivos geométricos
Escritorio y pie de puente. El escritorio tiene forma de caja rectangular, con las esquinas reforzadas con cantoneras o abrazaderas de metal calado sobre terciopelo rojo y asas laterales de hierro forjado. Su frente se organiza en registros horizontales, combinando tres pequeñas puertas con cerradura y veinticuatro gavetas de diferentes tamaños, con tiradores de botón de metal. La gaveta inferior izquierda del registro central y las dos superiores del bajo presentan su frente dividido como si tratara de dos gavetas cada una. En la puerta central hay un departamento secreto, y el interior de la gaveta situada bajo la puerta de la derecha presenta una compartimentación de escribanía. Todo el frente se decora a base de taracea con temas vegetales estilizados, compuestos en torno a uno o varios ejes de simetría, formando arabescos y roleos, y un jarro gallonado en la puerta central. La decoración interior de las tres puertas está realizada por medio de chapeado formando recuadros y ruedas giradas. Debió tener tapa frontal abatible, pues conserva el cajeado de las bisagras. El pie del escritorio es un pie abierto o de puente, formado por seis columnas, tres en cada extremo, la central torsa y las laterales abalaustradas, que descansan sobre zapatas y sustentan dos largueros, en cuyo interior se albergan las alargaderas, rematadas en veneras, que se extraen para servir de soporte a la tapa del escritorio. Las columnas centrales se unen mediante una arquería central. Son los siglos XVI y XVII la época de auge de los escritorios, cuando su tipología queda definida. La tipología de pie de puente se considera la más habitual desde el siglo XVI para escritorios de tamaño normal o grande.