Composición similar a la del Entierro de Cristo, en un paisaje con monumentos que evocan a la ciudad de Roma, está inspirada en los Hechos de los Apóstoles (8, 2). Juanes utiliza gestos teatrales, casi declamatorios en sus personajes, acentuados por sus formas blandas esfumadas, adecuadas a una religión que insiste más en los aspectos devocionales, en captar los sentimientos del fiel y provocar su respuesta emotiva. De interés es, sin duda, el retrato del comitente, don Juan de Aguiló -antes considerado como el autorretrato del pintor-, en el mismo espacio que las personas sagradas, mirando al fiel que se identifica con él.
Realizada para el retablo de San Esteban de Valencia, junto a otras cuatro de la vida del santo (P00838, P00839, P00840, P00841] y La Última Cena (P846).