En el centro de una habitación, Santa Teresa niña aparece sentada de frente, leyendo un libro. A su lado aparecen tres figuras femeninas cosiendo junto a un niño que parece leer o escuhar. Las mujeres deben representar a su madre y sus hermanas, mientras que el niño puede ser su hermano Rodrigo, que tenía afición a la lectura de vidas de santos. Al fondo, un hueco de ventana deja ver otra estancia. A la izqueirda del lienzo, un gran ventanal por el que penetra un haz de luz que inunda y envuelve a las figuras. A la derecha, una puerta abierta, a través de la cual se divisa un paisaje en el que destacan dos torres con chapiletes de pizarra. Esta obra formó parte de una serie dedicada a la vida de Santa Teresa, de la que ingresaron tres cuadros en el Museo Nacional de la Trinidad, desde donde pasaron posteriormente al actual Museo del Prado.