La obra relata el martirio de San Juan Bautista a causa de la perfidia de Salomé, quien pidió su cabeza tras seducir al rey Herodes con su baile.
Strobel, pintor de origen polaco, planteó la historia en una enorme escena, representando el momento del martirio en el extremo derecho, donde vemos el cuerpo decapitado del santo. Al otro lado de la gran columna, la figura de Salomé muestra a un aterrado Herodes la cabeza de Juan sobre una bandeja. El resto de la pintura hacia la izquierda es la exposición del banquete, que el pintor recreó con innumerables figuras a modo de celebración cortesana. En el extremo de la pintura se incluyen varios retratos de personajes contemporáneos, como el emperador Fernando II, o el general imperial Wallestein.
El fuerte expresionismo de las figuras y la singularidad de una composición muy horizontal marcan las características de la pintura. A ello se une el gusto por la descripción precisa de los detalles, el interés por la suntuosidad y los recursos de luz habituales en la obra de este artista.
Se localiza en 1746 en la colección de la reina Isabel Farnesio en el Palacio de la Granja.