Piombo fue el pintor italiano más solicitado por la clientela española en la primera mitad del siglo XVI. Fernando de Silva, conde de Cifuentes y embajador en Roma entre 1533 y 1536, le encargó un Cristo con la Cruz a cuestas, hoy en el Museo del Ermitage, extraordinariamente parecido a éste. La diferencia estriba en el menor dramatismo de la versión del Museo del Prado, a lo que contribuye que Cristo no porte Corona de espinas.
Procedente de la Colección Real, en 1818 se inventaría en el Palacio de Aranjuez y se cita por primera vez en el Museo Nacional del Prado en 1857.