Pertenece a una serie de Escenas de toros conservadas en distintas colecciones, como las dos del Ashmolean Museum de Oxford y otra en colección privada madrileña, todas de técnica y estilo similares. Se inspiran con mayor o menor fidelidad en la serie de litografías de Goya conocidas como los Toros de Burdeos, de finales de 1824. La obra del Prado presenta la suerte de picadores, con dos de ellos a caballo alanceando al toro, mientras otro caballo corneado agoniza en el suelo. Al fondo, varias figuras indefinidas en el ruedo y tras la barrera, apenas esbozados, los espectadores.
PROCEDENCIA: Donado por Tomás Harris en 1962.