La cabeza es de mármol blanco, y representa a una mujer idealizada y tocada con un complicado peinado. Se aprecian restauraciones en nariz y cuello, y desperfectos en la oreja derecha. El busto, con superficie desgastada y sin restaurar, muestra una vestimenta clásica -túnica y manto- y esta tallado en un bloque de mármol "africano", en el cual, a su vez, han sido incrustados dos pequeños fragmentos de mármol blanco para indicar, sobre el hombro derecho, la piel de la mujer en las aberturas de la túnica. Falta la peana, en mármol gris con vetas moradas, negras y rojas (acaso "africano" también), que fue utilizada a mediados de nuestro siglo para completar la Cabeza de la Afrodita Cnidia (E00054) del Prado. Se ignora la fecha en que este busto pudo llegar a las colecciones reales, pero se puede afirmar que, pese a cuanto dice Barrón, no es todo él de época imperial romana, sino que la cabeza debe situarse en época renacentista o barroca. El peinado de la dama es una creación moderna, aunque se base en obras clásicas, como los retratos de Faustina la Mayor, esposa de Antonino Pío: basta fijarse en el carácter meramente decorativo de las ondas para advertir que el escultor no ha entendido la estructura del peinado de su modelo. Este curioso tocado es el origen de una observación de Hübner, quien lo interpreta como una torre en la cabeza, señalando que por ello recibía la dama el nombre de "Hispania", por lo que no parece necesaria la observación de Coppel, que aventura la hipótesis según la cual se habría "perdido la torre que llevaba sobre la cabeza". El mármol africano debe su denominación al color oscuro predominante de sus vetas, y no a su lugar de origen, ya que sus canteras se encontraban en Teos (no lejos de Esmirna) o en la isla de Quíos.