La escena representa un pasaje de Las Metamorfosis de Ovidio. Tras matar a la monstruosa serpiente Pitón, Apolo es víctima de un flechazo de Cupido, que inflamará su imposible amor hacia Dafne, hija de Júpiter. Como en otras escenas de la misma serie, el tema del cuadro es el poder del amor, que domina incluso a los dioses.
Colaborador en la realización de los cuadros para la Torre de la Parada, Cornelis de Vos, sigue aquí casi al pie de la letra el boceto de Rubens (P2040), quien aportó los modelos para todos los cuadros. En éste la figura del dios está basada en la escultura clásica del Apolo Belvedere.
Destinado a la Torre de la Parada, ingresó en 1849 al Museo del Prado.