Lienzo de formato vertical, sobre fondo neutro se sitúa una figura masculina de medio cuerpo con barba y cabellos blancos. En su mano derecha lleva una alabarda y en la izquierda un libro.
(....). En la Guía de Doménech de 1913 lo podemos ver presidiendo el entonces llamado Aposento con cuadros de Valdés Leal. Doménech presenta también en la Guía una reproducción fotográfica individualizada del cuadro, con el título a pie de foto: Apostol, por Valdés Leal. Tormo fue el primero en identificar correctamente al apóstol, al hablar de San Tadeo Apostol. Según Mª Elena Gómez Moreno el mismo tipo aparece en otras pinturas del artista, como sería en San Elías del retablo del Convento del Carmen de Córdoba.
Atribuído a Valdés Leal desde los primeros estudios dedicados al artista a principios del siglo XX. En 1911 Aureliano de Beruete lo identificaba como Santiago el Menor, señalando que la soltura de pincel, el toque denotan época maestra; dominan sin embargo tonos grises que colocan a este lienzo en íntima relación con el famosos retablo de Córdoba (el retablo del Convento del Carmen de esta ciudad). José Gestoso considerará indiscutible la atribución de la obra a Valdés Leal, considerándolo como parte de un Apostolado perdido. En estos primeros estudios fue erróneamente identificado con el apóstol Santiago el Menor, cuando su identificación con Judas Tadeo es clara al portar la alabarda. Elizabet du Gue Trapier no incluye esta obra en su estudio monográfico dedicado al pintor sevillano (Trapier, E. du Gué, 1960).
Valdivieso lo cree problable único ejemplar identificado hasta ahora de un Apostolado realizado por Valdés Leal, y lo sitúa cronológicamente hacia 1660-1665. También señala que para su composición el pintor utilizó la estampa que reprodució la figura del apóstol San Mateo del famoso Apostolado que en 1618 había pintado Rubens para el Duque de Lerma, hoy en el Museo del Prado. Dicho apostolado había sido grabado por P. Isselburg.
En 1911 Beruete citaba la existencia de un San Andrés de Valdés Leal, de más de una vara de alto, en el inventario de la colección de pinturas del canónigo sevillano León y Ledesma realizado en 1684. Es obra desaparecida o no identificada. Quizás fuera compañero de nuestro San Judas Tadeo formando parte de ese Apostolado desaparecido, aunque las medidas no son del todo coincidentes, el apóstol toledano sería más grande. ( Redondo Cuesta, José, 2007, pp. 267-268)
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