Figura infantil, con la rodilla en tierra, identificada como San Juan por la piel de animal que lleva. El modelo deriva de las figurillas de niños realizadas durante el Barroco, en concreto, del modelo de Hércules niño de Algardi. Esta es la única pieza que se ha conservado de la numerosa relación de obras de Morelli que aparecen citadas en los inventarios reales y que también cita Palomino. Quizá debido a su fragilidad se perdieron en el incendio del Alcázar de Madrid (1734). En 1773, en el taller del escultor de cámara Felipe de Castro, aparece descrito "Un San Juan niño, del mismo artifice [Morelli] con la rodilla hincada en un peñasco y su zamarrilla, que se halla maltratado y puede componerse". La identificación en los almacenes del Prado se debe a Alfonso E. Pérez Sánchez y Mercedes Agulló (1976), quienes publicaron los datos biográficos del artista y resaltaron la influencia de Duquesnoy.