Este retrato, al igual que tantos otros en las colecciones europeas, pasó a formar parte de los fondos de la Casa Real de España como fragmento, sin referencia de origen, inscripción dedicatoria original ni otros atributos que permitan una identificación; de él no puede afirmarse sino que se trata de un joven desconocido de la época de los Flavios. Dado que la obra es de gran calidad, es probable que el retratado perteneciera a la clase alta romana; mas, incluso esto es una mera suposición. El retratado presenta un peinado de mechones en desorden; su rostro oblongo, de elaboración blanda, no tiene facciones particularmente pronunciadas. La frente es convexa y las zonas abombadas en forma de "W" se situan encima de una raíz nasal muy contraída. La robusta naríz, que se ha conservado casi en su totalidad, tiene una ligera curvatura. El peinado con sus bucles en forma de gancho, que se bifurcan en la frente y que están abiertos hacia los lados, aparece de forma similar en un retrato tardío de Domiciano procedente de Pérgamo. Posiblemente este ejemplar fuera realizado durante el gobierno autocrático de Domiciano (81-96 d.C.).