La obra corresponde al Álbum E, uno de siete álbumes o secuencias de dibujos creados por Goya a lo largo de su vida, llamado también "de bordes negros" por las gruesas líneas que enmarcan las escenas como característica distintiva de estos dibujos. Por el estilo, la solidez de las composiciones y figuras, así como por sus vestidos y peinados o también por las alusiones a la Guerra de la Independencia (1808-1814) en algunas escenas, los dibujos del Álbum E se fechan en el periodo de la posguerra, entre los años de 1816 a 1820. Los dibujos destacan por la monumentalidad a veces escultórica de las figuras, subrayada por los bordes negros y el protagonismo de los personajes, al presentar figuras individuales o reunidas en pequeños grupos, en espacios luminosos que alternan desde unos paisajes apenas definidos y esbozados con breves pinceladas, hasta lugares más abstractos, indicados por una sola sombra. La temática es muy variada, en algún caso de aire silencioso y reflexivo, en otros de efectos dramáticos, con escenas cotidianas de las clases más marginadas por la sociedad, como los mendigos, los inválidos de guerra o los trabajadores incapacitados. En general, de esta clase marginada representada por Goya en estos dibujos emana un poder amenazante para el orden y la armonía de las clases superiores y que estas preferían soslayar.
El enfrentamiento de dos mujeres jóvenes es el asunto del dibujo ¿Quien bencerá?. Es uno de los dibujos que presentan en el verso de la hoja un estudio relacionado con la composición final, aunque en este caso las posturas, el movimiento de las mujeres y sus atuendos tienen un carácter clásico. En el dibujo definitivo, las protagonistas combaten en un lugar cerrado a la izquierda y al fondo por un muro, sobre cuya esquina Goya ha entronizado un cántaro. En esta riña no se puede anticipar quién vencerá, como señala la inscripción de Goya, sin embargo, parece que en el momento aquí representado es la mujer de la izquierda la que domina la situación. Aparece en una postura más estable, su brazo desnudo sugiere la supremacía de su potencia y sus ojos se clavan en los de su rival con desafío y satisfacción. En cambio, la de la derecha aparece desesperada, como indica la expresión de su entrecejo, y reúne todas sus fuerzas para no perder el equilibrio, concentrando ya el peso de su cuerpo en su pierna derecha, más retrasada. Va vestida de un modo distinto a la otra, cuyo atuendo indicaba su pertenencia a la clase popular. En esta otra, sin embargo, el vestido oscuro, más próximo al atuendo burgués, cubre todo su cuerpo, incluido el escote y los brazos, mientras la falda llega hasta el suelo, cayendo en un pliegue sobre sus delicadas chinelas. En la joven de la izquierda, la falda dejaba ver las zapatillas más sencillas del traje popular, del que destaca, además, la chaquetilla corta que deja ver la curva sensual de su cuerpo. El cántaro al fondo, símbolo tradicional de la fragilidad de la castidad femenina y de la armonía, alude a estos ideales sometidos a la debilidad de la condición humana y ofrece una idea sobre el motivo de esta riña, provocada seguramente por la infidelidad de la pareja de una de las dos, probablemente la de la atribulada joven de la derecha, que se ha acercado a este lugar.