Vista de un valle surcado por un río, en cuyas orillas se sitúan varios edificios, enmarcados por árboles y montañas en el horizonte.
En primer plano aparecen tres personas sentadas y dos acompañadas de caballos. Podría tratarse de la representación del viaje a Atenas del filósofo cínico Diógenes de Sinope (siglo IV a. C), ejemplo clásico de honestidad y rebeldía hacia lo artificial de la civilización. Como muestra de renuncia hacia cualquier lujo, se le suele representar con una tosca capa como única vestimenta.
Se conserva un grabado de esta obra realizado por Châtillon.
Este cuadro se cita en el inventario de 1746 de la colección del rey Felipe V en el Palacio de la Granja de San Ildefonso.