La Virgen sentada delante de una arquitectura renacentista, sostiene al Niño que tiende los brazos hacia ella.

En el reverso hay una inscripción en latín, fechada 1588, copia de una inscripción original desaparecida, que cuenta como la tabla fue regalada por la ciudad de Lovaina a Felipe II en gratitud por las exenciones de impuestos tras la peste. Atribuida entonces a Jan Gossaert, las características de la pintura apuntan a van Orley como su verdadero autor. La artificiosa arquitectura renaciente, pero poco proporcionada con las figuras, es propia de su estilo hacia 1520. La influencia de Rafael, apreciable en la composición piramidal, se suma a la virtuosa técnica y a la herencia de los modelos flamencos.

Perteneció a Felipe II quien la entregó en 1598 al Monasterio de El Escorial.