Según el Nuevo Testamento, momentos antes de que Cristo fuera apresado por los soldados romanos y de que comenzara su Pasión, Éste se retiró a un huerto en el monte de los Olivos para rezar junto a sus Apóstoles (Mateo 26, 36-46; Marcos 14, 32-42; Lucas 22, 40-46; Juan 18, 1).
En la composición, Tiziano ha desplazado a los Apóstoles, que en las representaciones tradicionales suelen aparecer en primer plano, por los soldados que llegan a prender a Cristo. Éstos, de apariencia grotesca, llevan ropas contemporáneas a la época del pintor.
Este tipo de recurso pictórico, donde la escena aparece casi en penumbra y con escasos pero fuertes focos de luz, recibe el nombre de “nocturno”. Fueron muy apreciados por el público del momento, al mismo tiempo que eran un interesante campo de experimentación para los artistas que querían mostrar sus habilidades al introducir en la escena diversos haces lumínicos, en este caso el cielo y el candil.
Esta obra ingresó en las colecciones del Museo del Prado en 1837.