Copia romana de un original helenístico (h. 100-50 a.C). Aunque heredero de la koré arcaica, el prototipo de la mujer vestida con túnica y manto adquiere formas peculiares a partir del siglo IV a.C., cuando la iconografía de mujeres y diosas, siguiendo las normas vestimentarias de la época, centra su expresividad en el carácter envolvente del manto y en la captación realista de las finas telas de lino y sus múltiples pliegues.Tras la generación de Praxíteles, que marca el comienzo de esta sensibilidad, comienzan a multiplicarse las llamadas "tanagras", figuritas en terracota que representan a menudo mujeres elegantemente ataviadas, y la escultura monumental ve la creación, hacia 320 a.C., de dos obras fundamentales: las llamadas "Herculanesas", sin duda imágenes de Deméter y Perséfone; estas obras se convertirán inmediatamente en prototipos susceptibles de todo tipo de variantes. La escultura del Museo imita, precisamente, una de las variantes realizadas sobre el modelo de la "Pequeña Herculanesa": la mujer eleva el brazo derecho hasta el hombro, y logra así ocultar por completo la túnica que en el modelo del siglo IV a.C. se veía sobre el cuello. Mientras, los pliegues consiguen una sensación de transparencia muy apreciada en la época helenística y totalmente ajena al convencionalismo de los "pliegues mojados" de la escuela de Fidias. Otras copias -la del Vaticano, por ejemplo- nos indican que el original de la presente escultura fue una Polimnia creada para un ciclo de Musas tardohelenístico. El restaurador del siglo XVII que se ocupo de nuestra figura demostro su saber elaborando una parte inferior (E00218) directamente inspirada en el prototipo correcto.