A diferencia de otras representaciones, la Inmaculada aparece con un aspecto muy juvenil, lo que concuerda con la tradición sevillana encarnada por Zurbarán, y con las recomendaciones sobre la representación de este tema expresadas por Francisco Pacheco en su Arte de la pintura. Se conocen varios dibujos preparatorios para esta obra, que dan fe del interés que se tomó el pintor para componerla.Debe su nombre a que aparece citada por primera vez en las Colecciones Reales en El Escorial en 1788.Procede de la Colección Real