Un corro de diez majos y majas juegan a “la gallina ciega” a orillas de lo que podría ser el río Manzanares. Esta obra es el único boceto del que llegó a pintarse su cartón correspondiente para la serie de tapices de carácter alegre y lúdico destinada al dormitorio de las Infantas, hijas del futuro Carlos IV (1748-1819) y María Luisa de Parma (1751-1818), en el Palacio de El Pardo en Madrid.
El juego, también conocido como “del cucharón”, por la cuchara de madera que sostiene el personaje de los ojos vendados, era muy popular en la época como entretenimiento tanto popular como noble, y muy recurrente en la pintura rococó.
Goya recibió el encargo en 1778, el mismo año de la muerte de Carlos III (1716-1788) que provocó el traslado de la familia real a otros Reales Sitios, como el Palacio de La Granja, el Palacio de Aranjuez y El Escorial. Debido a esta situación, la serie quedó inacabada.
El cartón correspondiente también se conserva en las colecciones del Museo del Prado (P804).
En 1799 esta obra pertenecía a la casa ducal de Osuna, en cuya venta de 1896 lo adquirió Pedro Fernández Durán, quien lo legó al Museo del Prado en 1931.
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