Algo mayor que el natural, esta imagen de Isabel de Portugal (1503-1539) fue realizada tras su muerte. La emperatriz viste traje bordado siguiendo las pautas de la estatua de bronce que Leone Leoni, padre del autor, había realizado anteriormente (E274). Sin embargo, su hijo Pompeo aborda esta escultura con un menor gusto por el detalle.
Además de la influencia paterna, la obra tiene evidentes relaciones artísticas con el retrato que hizo Tiziano de Isabel, así como de las imágenes de bronce que se encuentran en la tumba del emperador Maximiliano I en Innsbruck.
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