Este dibujo de Francisco Rizi se relaciona con los frescos de la cúpula de la iglesia de San Antonio de los Portugueses, más tarde -tras la independencia de Portugal- llamada de los Alemanes, uno de los más importantes proyectos decorativos madrileños del período del pleno barroco. El templo, anejo al hospital mandado construir por Felipe III, se edificó entre 1624 y 1633, con planta central elíptica, cubierta por una ligera bóveda falsa bajo un chapitel de pizarra. La idea primigenia de todo el proyecto decorativo se basó en dibujos de Angelo Michele Colonna realizados durante su estancia en España entre 1658 y 1662, que fueron posteriormente readaptados por Rizi, como recoge Palomino al mencionar que "la traza y ejecución de la arquitectura y adorno de la cúpula" fue realizada por Rizi con la ayuda de Carreño, quien realizó "toda la historia de la bóveda y las figuras del recinto". Los trabajos de decoración debieron iniciarse en 1660, con Colonna todavía en Madrid, si bien el verdadero impulso se tomó entre 1662 y 1666, cuando se documentan pagos a ambos pintores españoles. En 1699 Luca Giordano modificó ostensiblemente la decoración, restaurando y alterando en gran medida su aspecto original. Precisamente por ello este dibujo es de gran valor, no sólo artístico sino también documental, ya que junto a otros dos dibujos conservados, uno en la Casa de la Moneda y otro en el propio Museo Nacional del Prado, permiten conocer el proceso creativo de este extraordinario conjunto decorativo, con los tanteos y cambios producidos durante la ejecución y la posterior reforma de Giordano. El dibujo, de bella factura, muestra el hábil manejo de la pluma, cuyos trazos cortos y nerviosos refuerzan la forma inicialmente esbozada mediante la aplicación de la aguada gris. Con estos medios, el dibujo plantea tanto la perspectiva arquitectónica como la apariencia visual de vibración y recargamiento decorativo.
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