Forma pareja con el Nacimiento de la Virgen (P01038), y ambos fueron realizados en 1603 para el oratorio privado de la reina Margarita en el Palacio Real de Valladolid, donde tenía su sede la Corte esos años. En ellos se aprecia una mezcla de narración sagrada y vida cotidiana muy característica del Siglo de Oro, pues varios de los personajes que interpretan el papel de pastores son miembros de la Familia Real española. Así vemos a la reina Margarita a la derecha, de pie, acompañada de sus hermanos Fernando, Leopoldo y Maximiliano Ernesto. El pintor ha hecho uso de lo que en esa época se denominaban "retratos a lo divino", en una escena que, por otro lado, nos recuerda la frecuente interacción que existía en literatura entre el mundo cortesano o aristocrático y el mundo campesino.
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