El archiduque Leopoldo Guillermo, gobernador de los Países Bajos, aparece en el centro de la composición con el sombrero puesto, retratado junto a la magnífica galería de pinturas y objetos artísticos que reunió en Bruselas, durante su gobierno de los Países Bajos. Junto a él cuatro caballeros, entre los que se encuentra el propio Teniers, su pintor de corte.
La capacidad del artista para la realización de pequeñas pinturas con figuras, con las que tanta fama alcanzó, se pone aquí al servicio de su mecenas. El artista logra reproducir con especial fineza las obras atesoradas por el Archiduque, muchas de las cuales pertenecen hoy al Kunsthistorisches Museum de Viena. El cuadro responde a un género muy de moda entre los coleccionistas flamencos del siglo XVIII, el de la galería de pinturas, que parte de algunas representaciones de Jan Brueghel de principio de siglo. En ellas gustaban de retratarse los burgueses o aristócratas a manera de entendidos o aficionados al arte de la Pintura, como plasmación del perfecto cortesano.
Fue encargada por el propio Leopoldo Guillermo para regalársela a Felipe IV, como muestra de su mutua afición a la pintura. En 1653 ya está documentada en el Alcázar de Madrid.
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