El Apóstol representado de más de medio cuerpo, barbado y vestido con túnica verde y manto amarillo, mira al cielo con las manos unidas en oración. Con el brazo izquierdo sostiene su símbolo, el bordón o bastón de peregrino, que hace referencia a sus misiones evangelizadoras. Según la tradición, estas empresas le llevaron a España, siendo enterrado en Compostela, donde en torno a su tumba se creó el segundo centro más importante de peregrinación cristiana después de Roma.
Guido Reni fue uno de los alumnos más sobresalientes de los Carracci y su estilo se caracteriza por la vuelta a la importancia de la línea y al estudio del natural, en un retorno a los maestros del primer Renacimiento, cualidades propias de la pintura barroca boloñesa.
Etiquetas: