Esta obra fue adquirida hacia 1623 para la reina Isabel de Borbón, primera esposa de Felipe IV, y fue instalada en una de las torres del Alcázar de Madrid. La diosa Diana se muestra aquí con lanza y la media luna sobre su cabeza como atributos identificativos, mientras, acompañada de sus compañeras las ninfas, se dirige a una partida de caza. Virgen, protectora de los bosques y soberana de los animales salvajes, el mito de la casta, joven y hermosa diosa Diana fue uno de los que más interesaron a Rubens. Es muy probable que un especialista en la representación de animales como Paul de Vos fuera el autor de los perros.