Algunas creaciones de Rubens mezclan escenas religiosas bíblicas de carácter narrativo con obras de mayor carga devota e intelectual, al incluir personajes ajenos originariamente a la historia. En este caso, San Jorge, Santa Catalina y otra santa no identificada parecen vigilar el descanso del Niño durante la Huida a Egipto, mientras unos ángeles juegan con el Cordero, símbolo del sacrificio. La obra procede de la colección del rey inglés Carlos I y llegó a España tras su ejecución en 1649 y la venta de sus bienes.