Esta cabeza representa las facciones bellas e idealizadas de Antinoo, identificándolo con Baco. Se utilizan en esta escultura detalles clásicos típicos, pero de forma atípica. Así, la guirnalda no sigue su lógica circular, sino que se inclina sobre la frente como una diadema; la cinta cuelga sobre los ojos como una guirnalda, en vez de tensarse en torno a las sienes. El estilo de la talla es muy poco acorde con el de los talleres oficiales adrianeos, por lo que M. A. Elvira sugiere una posible datación en el siglo XX.
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