La escultura representa a un niño mofletudo de uno o dos años. Acorde con la edad, la carnación tiene un aspecto suave y terso; el arco de las cejas, los pliegues de la nariz y la delimitación de los labios aún no están bien formados y, en consecuencia, no están representados. Mientras que los ojos, enmarcados por párpados anchos y suaves no son particularmente expresivos, la boca abierta, que permite ver dos dientes de leche, sugiere que el niño ríe. Lleva una gorra de fieltro -pilos- bien ceñida a la cabeza. A los lados de las orejas y en la nuca aparecen algunas terminaciones de rizos. La correspondencia de la cabeza y el busto, sugerida por la identidad del mármol, no puede darse por cierta debido a los añadidos en el cuello. El busto reproduce un tipo estatuario helenístico, que en ocasiones era combinado con el mismo tipo de cabeza. Niños con gorro eran interpretados con frecuencia como representaciones de Telesforo, el dios sanador niño. Sin embargo, éste viste un manto con caperuza, por lo cual las figuras con gorro solían ser calificadas, con una fórmula atenuada, de genios amables.