De este autor nos han quedado escasas obras y muy pocas noticias documentales; y, sin embargo, en sus pocos cuadros conocidos demuestra un nivel de calidad muy digno. Es el caso de este bodegón, que revela un delicado sentido de la composición, y en el que ha logrado envolver sutilmente todos sus componentes en una atmósfera común.Su singularidad se aprecia también comparándolo con las obras de Francisco y Juan de Zurbarán y Pedro de Camprobín, los principalespintores de naturaleza muerta que trabajaban en Sevilla en esta época.