San Juan Bautista, vestido con pieles de camello, bautiza a Cristo en las aguas del río Jordán. Según el Nuevo Testamento, en ese momento bajó el Espíritu Santo en forma de paloma, que aparece representado en la parte superior de la composición, y se oyó una voz que venía del cielo y decía “Éste es mi Hijo amado, en quien me complazo” (Mateo 3, 13-17; Marcos 1, 9-11; Lucas 3, 21-22). Atribuida anteriormente a Tintoretto, la obra es más bien de su hijo Domenico.
La pintura se identifica con la citada en 1630 entre los bienes de Leonardo Ottoboni, gran canciller de la República de Venecia.
En España se inventaría por primera vez en 1818 en el Palacio de Aranjuez.
Etiquetas: