Representación en panorámica de un festejo, celebrado quizá en el Teatro del Príncipe de Madrid. En los palcos, numeroso público contempla el espectáculo de la muchedumbre que baila sobre la platea, demostrando variadas emociones y sentimientos, bailando y galanteando al son de la música que toca la orquesta desde el palco principal.
Las innumerables figuras están esbozadas a través de toques claros, aplicados con presteza, según la costumbre de Paret. El preciosista estilo rococó y la compleja composición con un punto de vista bajo, son característicos de la etapa más joven de su producción. La pincelada fina y las tonalidades pastel ayudan a sugerir el sentimiento de fiesta nocturna y la energía de la masa de gente.
Obra realizada no por encargo sino por iniciativa del pintor, según se explica en la inscripción con que firma la obra. Procede de las colecciones del infante don Luis, y estuvo documentado posteriormente en poder del marqués de Salamanca.