Retrato de emperador romano con manto anudado sobre el hombro derecho y recogido encima del izquierdo. La cabeza está pegada y el busto presenta numerosas fracturas restauradas. Se ha identificado con Agripa, del que se conocen algunos bustos antiguos, como el del Museo Capitolino, en Roma, aunque en este caso la interpretación es bastante libre, ya que tiene la cara mucho más ancha y sólo mantiene el modelo original los ojos hundidos y la expresión de la boca. Barrón (1908) recogió la cita del inventario del Alcázar, afirmando que no representa a Marco Bruto. Para Hübner y Blanco (1957) se trata de una copia renacentista de un tipo de retrato antiguo, conocido como Bruto. Quizás formó parte de la serie de cuatro bustos pequeños Bruto, César, Pompeyo y Escipión, inventariados en el Alcázar en 1602, aunque el pecho se describe de jaspe amarillo y verde sobre un pedestal de mármol blanco. Estos son los mismos citados por Deswarte-Rosa en la colección del príncipe don Carlos.