La marcha militar protagonizada por soldados de caballería (decursio) constituía una de las secciones más vistosas de la solemne cabalgata que daba inicio a los juegos circenses, la cual imitaba la procesión triunfal en la que participaba el Emperador tras una conquista o victoria importante. Los jinetes desfilaban blandiendo sus lanzas, erguidos sobre sus monturas lujosamente enjaezadas para el evento.El lienzo fue encargado para el Buen Retiro antes de 1643, momento de la caída en desgracia de Olivares.