La pintura representa la liberación de la ciudad de Brisach del sitio a que estaba sometida por el Rhingrave (conde del Rin) protestante Otto Luis. Esta acción, que tuvo lugar el 16 de octubre de 1633, culminó la campaña del duque de Feria de ese año, destinada a mantener libres las comunicaciones entre el Milanesado, Alemania y los Países Bajos, en las que Brisach jugaba un papel estratégico fundamental. Como otros éxitos militares conmemorados en el Salón de Reinos, fue una victoria efímera, puesto que la plaza se perdería cinco años después.
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