Talla alemana o flamenca de finales del siglo XV o principios del XVI, realizada en roble representando a Santa Ana, la Virgen y el Niño. La primera aparece sentada en majestuoso trono, sosteniendo en su rodilla derecha al Niño. Éste, se apoya en el pecho de la Santa y vuelve la cabeza hacia el espectador. La Virgen, casi una niña, en un plano inferior, levanta la mirada hacia su Hijo. Ambas mujeres visten ricos trajes de angulosos plegados según la moda del siglo XV o comienzos del siglo siguiente. El trono, está rematado por arcos escarzanos flanqueados por bastones. Los brazos del mismo terminan en columnillas de líneas quebradas. Esta pieza fue regalada a Sorolla por Jacques Seligmann, anticuario francés, en 1912, a cambio de su retrato, realizado en París a finales de 1911.