Retrato
Paula Florido y Toledo
La esposa de José Lázaro está retratada a sus 56 años, de cuerpo entero. Vestida con un traje largo de seda nacarado y amplio escote, luce un manto de terciopelo azul con vueltas de armiño y se peina su abundante cabellera plateada con amplio cardado y tirabuzones, a la moda del siglo XVIII. Posa bajando una escalera, ante un frondoso jardín.
Ejemplo bien característico del arte de Béjar que, junto con Joaquín Vahamonde, capitalizó la especialidad del retrato alto burgués al pastel entre la alta sociedad alfonsina de las primeras décadas del siglo XX, el cuadro es además extraordinariamente representativo de la verdadera adoración que sintieron ambos pastelistas por la retratística inglesa diecioechesca, cuya elegancia decorativa trataron de imitar y fue la clave fundamental de su éxito en la España de la época.
DÍEZ, José Luis. La Pintura Española del siglo XIX en el Museo Lázaro Galdiano. Valencia: Fundación Bancaja, 2005. p. 58. SAGUAR QUER, Carlos. "Eugenio Lucas Villamil, pintor de cámara de don José Lázaro Galdiano". Madrid: FLG, 2000. Revista Goya nº 277-278. SAGUAR QUER, Carlos. "Lázaro, Goya y los Lucas". Segovia: Caja Segovia / FLG, 2003. p. 31, nota 54; Goya y lo goyesco en la Fundación Lázaro Galdiano (Catálogo de exposición).