De tamaño algo mayor que el natural, María de Hungría aparece retratada con toca de viuda, de manera muy similar a como fue representada, también por Leone Leoni, en la escultura de cuerpo entero que asimismo conserva el Museo del Prado (E263).

El pedestal, labrado en la misma pieza de mármol, presenta varios motivos decorativos renacentistas: guirnaldas, esfinges, estípites y un serafín alado en su frente.

Leoni realizó varios bustos similares de la misma Reina tanto en mármol como en bronce, con destino a sus galerías de retratos de sus distintos patronos, tan habituales en el mundo cortesano del Renacimiento. Éste fue enviada por el artista a Bruselas junto con otras obras para la propia María de Hungría, cuya colección fue posteriormente heredada por su sobrino Carlos V, ingresando entonces en las Colecciones Reales españolas.