El conjunto de las pinturas murales de la iglesia de la Vera Cruz de Maderuelo (Segovia) fue trasladado a lienzo en 1947 y reconstruido en el Museo del Prado lo más fielmente posible a su disposición original. Los muros de la capilla están decorados con figuras de ángeles, Apóstoles y escenas evangélicas, y los testeros presentan dos temas bíblicos:
Bóveda, centro: El Pantocrátor sostenido por cuatro ángeles; lateral izquierdo: La Anunciación, Ángel turiferario, San Mateo y San Lucas. Lateral derecho: San Marcos, Ángel con rollo, ¿San Juan Evangelista?, Ángel turiferario, Ángel con libro, Santo obispo. Medios puntos: Caín y Abel presentan ofrendas al Cordero inserto en la Cruz, La creación de Adán y El Pecado Original. Muro izquierdo: Seis Apóstoles, La Magdalena unge los pies del Señor, Adoración de un Mago a la Virgen con el Niño; Muro derecho: Cuatro Apóstoles.
Las figuras representadas, típicamente románicas, no tienen volumen ni profundidad y están delimitadas por unos simples contornos que dividen los espacios correspondientes. El estilo del artista ha sido siempre considerado muy próximo al Maestro de Tahull.