Obra maestra de Fernando Ortiz. La figura central lleva cetro, libro y reloj de arena, parece representar la filosofía natural o las ciencias naturales, pues los sabios que la rodean parecen absortos en el estudio de la geografía, zoología y botánica. Recibió por esta obra el titulo de individuo de mérito de la Academia. Uno de los treinta y dos relieves (cuatro de ellos sin acabar) destinados a la decoración de los pasillos del Palacio Real, proyectada por Fernando VI e iniciada en 1753. Fue interrumpido el proyecto por Carlos III en 1761, por considerar los relieves excesivamente aparatosos. Al Museo llegaron, en el s. XIX, treinta y una de estas obras, nueve de ellas con escenas bélicas, siete con alegorías, siete con escenas religiosas y seis con consejos, además de dos representaciones de concilios, de las que una pudo ser diseñada para completar el conjunto de las asambleas políticas.