Celebración de los efectos del vino en la isla de los Andrios, en la que la bebida manaba de un arroyo por gracia del dios Baco. Una ninfa aparece desnuda en primer término y al fondo sobre el montículo, yace Sileno, asiduo acompañante del dios. El pasaje de la partitura situada en el centro inferior de la composición ha sido atribuido al músico flamenco, activo en la corte de Ferrara, Adriaen Willaert. Su letra, “Qui boyt et ne reboyt il ne seet que boyre soit” hace referencia a la celebración del vino por parte de hombres y dioses.
El tema está inspirado en Filóstrato (Imagines I, 25), y la obra fue realizada, junto a otras como la Ofrenda a Venus (P419), para el llamado “Camerino de alabastro” de Alfonso I de Este en Ferrara. En 1598 fueron trasladadas al Palacio Aldobrandini en Roma y, en 1637, Niccolo Ludovisi se las entregó a Felipe IV (1605-1665) por medio del conde de Monterrey como pago del Estado de Piombino. En España, aparece citado por primera vez en los inventarios del Alcázar de Madrid de 1666, 1686 y 1700.