La pieza, considerada en el Catálogo de 1945 como obra florentina del siglo XVI y atribuída a Cardoso sin argumento alguno, es copia de una efigie del Duque de Alba, en lo que a la placa de esteatita se refiere. La esteatita, llamada también jabón de sastre, es materia que, por su blandura excesiva, parece que no fue trabajada por los grandes lapidadrios de los siglos XVI y XVII, aunque sí en el entorno bizantino. El marco de oro que la rodea es pieza historicista, realizada con similar técnica que las piezas originales de esmalte excavado, pero sin que corresponda en el diseño de la época, pues parece inspirado en piezas posteriores, como el de un marco considerado flamenco, conservado en el City Museums Art Gallery de Birmingham. Sin embargo el rosario parece pieza original y bien documentada, ya que en algunos retratos del primer cuarto del siglo XVIII, como el de la Familia Fagoaga Arozqueta a los pies de la virgen de Aránzazu, en colección privada de México, vemos a estas damas mejicanas llevándolo colgado del cuello y pasado por el interior del escote, al tiempo que lucen gargantillas, petos y otras alhajas. La filigrana por su finura, parece obra china o filipina para el mercado español, y posiblemente arribaba al virreinato por la vía del galeón de Manila.